La hipertextualidad
como un mundo nuevo de posibilidades
Por: Caleb Landaverde
Trato de ver al mundo
como si lo viera por primera vez.
Trato de olvidar todos los libros que he escrito,
para así poder seguir viviendo y escribiendo.
Trato de olvidar todos los libros que he escrito,
para así poder seguir viviendo y escribiendo.
Milorad Pavić[1]
Ahora se vive rodeado de
tecnología, en este mundo inmenso del ciberespacio y del cual han surgido los
textos electrónicos. No es sorpresa encontrarse con teorías o profecías de que
el final del libro impreso está por llegar. En lo personal no creo que sea así,
sino que más bien la manera de leer ha cambiado y seguirá cambiando. Pues se
viene hablando del tema desde hace tiempo, un ejemplo podría ser el libro de
Octave Uzanne El fin de los libros
publicado en 1894, o ya más cercano, Bradbury con su Fahrenheit 451 en 1953 y por último el artículo de Robert Coover en
1992 titulado también El Fin de los
Libros.
En
el artículo nace, por parte de Coover, una inquietud de lo que ve en el
panorama literario, estas nuevas novelas implican una manera más interactiva de
ser leídas, menciona que desde un inicio la novela ha tenido su poder en la
linealidad, “Ese reflejo compulsivo, que el autor dirige en sus movimientos
desde el inicio de una oración hasta su punto, del encabezado hasta al pie de
página, de la primer hoja hasta la última”[2],
pero a su manera siempre han existido mecanismos para contrarrestarla, “la
verdadera libertad de la tiranía de la linealidad, es percibida solamente a
través del advenimiento del hipertexto, escrito y leído en la computadora,
donde la linealidad de hecho no existe a menos que uno la invente e implante en
el texto.”[3]
Ahora
bien, qué es el hipertexto, Coover menciona: “ ‘Hipertexto’, no es un sistema,
más bien es un término genérico acuñado […] por Ted Nelson para describir el
proceso de escritura en un espacio no-linear ni secuencial, hecho posible por
la computadora.”[4]
Según G.P. Landow “es un ‘texto compuesto de bloques de palabras (o imágenes)
vinculadas electrónicamente por múltiples trayectos, cadenas o senderos en un
final abierto, en una textualidad perpetuamente inacabada, descrito por los
términos vínculo, nodo, red web y
trayectos’ ”[5]
Teniendo
en cuenta estos dos términos se tiene una idea general de lo que consiste el
hipertexto, contiene en sí una libertad y un mundo de lleno de posibilidades a
la hora de leer el texto en cuestión, pero no al escribirlo. Milorad Pavić,
escritor serbio, refiriéndose en cuanto al proceso de escritura de su novela Diccionario Jázaro, dijo:
En el Diccionario
Jázaro puedes empezar con la historia que quieras. Pero al escribirla,
debes tener en mente que cada entrada tiene que ser leída antes o después de otra
entrada en el libro. Me la he arreglado para evadir, al menos hasta ahora, la
manera antigua de leer, lo que significa leer desde el clásico inicio hasta el
clásico final.[6]
Es justo esta novela con la que
se pretende poder ilustrar y manifestar la importancia del hipertexto en la
actualidad y como por medio del mismo llegar a crear infinidad de posibilidades
a la hora de leer. El Diccionario jázaro,
es una novela léxico, ésta trata la polémica jázara, la cual consiste en saber
a cuál de las tres grandes religiones se convirtieron los jázaros. El Diccionario en sí no resuelve el conflicto,
pues cumple como tal al sólo ofrecer las entradas correspondientes a tres
libros desde un punto de vista, judío, cristiano e islámico.
Al
estar estructurado a manera de diccionario, la novela le dota de total libertad
al lector, incluso el mismo libro en sus instrucciones dice:
Se puede leer de principio a fin, pero también es posible
iniciar la lectura donde uno le plazca. Se puede leer en diagonal o de atrás
hacia delante, para llegar de nuevo al inicio y releerlo hasta el fin. Es
posible perderse en su interior y abrir un sendero como haríamos en el bosque,
orientándonos con cruces, lunas y estrellas. También se puede jugar con él como
se juega una partida de dominó; quién más indaga más posibilidades tiene de
ganar.[7]
El tipo de entradas coincide con
el término de lexías[8]
de Barthes, al tener las unidades mínimas que van conformando el texto, y van
creando secuencias, en este caso, podrían ser casi infinitas, cumpliendo así
con lo más esencial del hipertexto ya que “provee múltiples caminos entre los
segmentos del texto”[9]
Pero
qué hace al Diccionario jázaro un
texto hipertextual, pues se encuentra impreso en papel y no en formato electrónico
como se esperaría. Éste cumple correspondiendo en su totalidad con la visión de
Moulthrop: “Un hipertexto es, en cierto sentido, como una enciclopedia: esto
es, una colección de escritos en la que el lector puede moverse libremente en
cualquier dirección.”[10]
El
término a pesar que en sus inicios indique un espacio electrónico, también
puede no ser así, pues hay también la posibilidad de textos hipertextuales
impresos, ya que “todos los textos existen siempre en relación con otros”[11]
y por medio de relaciones o vínculos personales se pueden hacer las conexiones,
todo depende de la competencia lectora, y los referentes obtenidos con anterioridad.
Así, el contenido del texto, impreso o digital, siempre
requiere la intervención del lector para conectar
con sus conocimientos, con sus experiencias lectoras; también necesita del
lector para hacer explícita su vinculación/relación con otras obras.[12]
La importancia del lector para el hipertexto
Pavić
hace un énfasis reiterativo en el lector y su participación, pues hay que tener
en cuenta que el hipertexto cumple su función sólo si el lector así lo permite
o decide jugar con el mismo. En este caso estamos frente a una novela que puede
ser leída de una manera lineal, lo cual para el lector no representaría un gran
reto, pero al decidir dejarse llevar por la curiosidad de quien realmente
consulta un diccionario, podría encontrar nuevas posibilidades.
Esto
se convertiría en un intercambio de roles, porque ya no es el autor quien va a
sorprender o en su caso dirigir a su lector, sino el lector mismo trazará su
camino, Pavić buscaba lectores competentes o preparados, ya que “por dos mil años,
escritores han estado inventando nuevas maneras de escribir, pero siempre hemos
tenido la misma manera de leer, Intenté cambiar la manera de leer.”[13]
No sólo
entregó una novela diccionario, con Paisaje
pintado con té, dio una novela crucigrama, que se puede leer de manera
horizontal o vertical, con El interior
del viento, una novela clepsidra, la cual consiste en la historia de un
amor, ésta inicia por ambos lados relatando la visión de ambos amantes, y
conteniendo su final justo en medio, El
último amor en Constantinopla, novela Tarot, que puede ser leída en orden,
o echando las cartas dando así un nuevo orden y a la vez adivinar la suerte del
que lee.
“He intentado
cambiar la manera de leer incrementando el rol y la responsabilidad del lector
en el proceso de creación de la novela”[14]
La importancia del lector es crucial, pero el hipertexto conlleva ciertas
ventajas, entre ellas la interactividad, provocando que algo como el aburrimiento o la falta de atención sea
nula o parte del mismo.
El hipertexto por
su naturaleza permite la distracción, pues en sus estructuras permite al lector
alejarse del texto, y al regresar continúe por el camino que había emprendido o
decida tomar otro cambiando su rumbo o bien podría ser otro caso en el que al
leer cierta oración, se deje la lectura para tomar ese vínculo, así desviando
un poco la lectura, pero al retomarlo tener más referentes o información de lo
que se lee.[15]
El texto así vive, se adecua al lector quien le está dando vida.
“Leer siempre
es relacionar y, como es sabido, la lectura es un proceso en el que el lector
establece conexiones y vínculos entre sus propios conocimientos con el texto y
su contenido.”[16]
Este tipo de conexiones son las que dan cuerda al texto, dotándole cada vez de
diferentes significantes, y no de significados, pues muy pocas veces podrá ser
leído de la misma manera. Es así como el lector le da sentido al hipertexto
haciéndolo ideal porque “abundan las redes que actúan entre sí sin que ninguna
pueda imponerse a las demás; este texto es una galaxia de significantes y no
una estructura de significados; no tiene principio, pero sí diversas vías de
acceso.”[17]
La hipertextualidad como texto completo
Para entender con más facilidad
en qué consiste el hipertexto usaré como ejemplo el cuento El ciervo escondido, compilado por Borges y Bioy Casares, el texto
en cuestión no es en sí hipertextual, pero servirá muy bien para ilustrar y
explicar los tipos de relaciones que se dan en un aspecto hipertextual o de
vínculos:
El cuento empieza
así “Un leñador de Cheng se encontró en el campo con un ciervo asustado y lo
mató”[18]
luego lo esconde para que nadie lo robe, pero olvida dónde lo escondió y cuenta
lo ocurrido como un sueño. Después “entre los oyentes hubo uno que fue a buscar
el ciervo escondido y lo encontró.”[19]
Le cuenta lo ocurrido a su mujer y ésta le dice “tú habrás soñado que viste un
leñador que había matado un ciervo […] Pero como aquí está el ciervo, tu sueño
debe ser verdadero.”[20]
Esa noche, el leñador sueña con todo lo acontecido y busca al otro, pelean por
el ciervo y van ante un juez el cual decide repartir el ciervo debido a las
circunstancias. “El caso llegó a oídos del rey de Cheng y el rey Cheng dijo:
-¿Y ese juez no estará soñando que reparte un ciervo?”[21]
Ahora bien
para explicar cómo se dan los elementos de la hipertextualidad aquí, me
referiré a las acciones y en específico a los sueños como hipertextos. Primero
el leñador mata al ciervo, lo esconde y olvida dónde lo escondió, al contarlo
como sueño, da como resultado la primera lexía, ésta la escucha el otro que por
medio de ese vínculo llega al ciervo. El leñador sueña con el lugar donde
escondió al ciervo y al otro encontrándolo, está una segunda lexía en la que el
leñador conoce por medio del sueño lo acontecido, va en busca del otro y
discuten por el ciervo. Al presentar el caso al juez, no hay manera de decidir
quién tiene la razón, pues no se sabe qué fue real y que un sueño, ambos
conocieron por medio de sueños la información que estaba oculta, ambos
accedieron a está y encontraron lo mismo. Por eso el juez decide repartir el
ciervo.
Es así como se
constituye a grandes rasgos un hipertexto, pequeños vínculos que van uniendo
información, a veces proporcionados por el mismo texto o adquiridos de otras
fuentes de apoyo o ajenas en su totalidad. La “Hiperficción nos está enseñando
que una novela se puede mover como nuestra mente lo hace, en todas las
direcciones al mismo tiempo.”[22]
Y así Pavić intentó crear con cada novela una forma específica en la que
incluso por medio de los hipertextos, sus libros se unieran.
A
manera de conclusión, reitero, que la tarea del lector en este tipo de textos
es importante ya que con una participación activa en la lectura, de seguir los
vínculos sean claros u ocultos, dependerán de la manera en la que el texto se
vaya construyendo, y como producto final, se tendrán libros sin final, que con
cada hojeada o entrada, nos entregará un mundo diferente.
Bibliografía:
Borges, Jorge Luis y Adolfo Bioy Casares, Cuentos breves y extraordinarios, Argentina, Losada, 2009, pp.157
Coover, Robert, He thinks the way we dream, E.U. New York Times, 1988, en http://www.nytimes.com/books/98/12/06/specials/pavic-khazars.html consultado el 15 de noviembre de
2014
________, The
End of Books, E.U., New York Times, 1992 en http://www.nytimes.com/books/98/09/27/specials/coover-end.html
Lallas, Thanassis, A conversation with Milorad Pavić, The Review of Contemporary
Fiction, 1998, en http://www.dalkeyarchive.com/a-conversation-with-milorad-pavic-by-thanassis-lallas/ consultado el 16 de noviembre de
2014
Mendoza, Antonio (coord.), Leer
hipertextos. Del marco hipertextual a la formación del lector literario, España,
Octaedro, 2012, pp. 304
Pavić, Milorad, Diccionario
jázaro. Novela léxico. Ejemplar masculino, España, Anagrama, 2000, pp. 312
________, Beginning
and the End of the Novel, en: http://www.khazars.com/en/biografija-milorad-pavic/pocetak-i-kraj-romana consultado el 15 de noviembre de
2014.
[1] Lallas, Thanassis, A conversation with Milorad Pavić, The
Review of Contemporary Fiction, 1998, en http://www.dalkeyarchive.com/a-conversation-with-milorad-pavic-by-thanassis-lallas/
consultado el 16 de noviembre de 2014 (de los textos en inglés todas las traducciones
son mías)
[2] Coover, Robert, The End of Books, E.U., New York Times, 1992 en http://www.nytimes.com/books/98/09/27/specials/coover-end.html consultado el 15 de noviembre de
2014
[3] Ibídem.
[4] Ibídem
[5] Mendoza, Antonio (coord.),
Leer hipertextos. Del marco hipertextual
a la formación del lector literario, España, Octaedro, 2012, pp. 10-11
[6] Lallas, op. cit.
[7] Pavić, Milorad, Diccionario jázaro. Novela léxico. Ejemplar
masculino, España, Anagrama, 2000, solapa interior o segunda de forros.
[8] “Ya se sabe que el
hipertexto es un conjunto formado por textos y ‘documentos’ (las llamadas
lexías o scriptons) no jerarquizados unidos entre ellos por enlaces (links o
liens) que el lector puede activar y que permiten un acceso rápido a cada uno
de los elementos constitutivos de ese conjunto” Mendoza, Antonio, op. cit. p.
78. Cita a pie de página 8.
[9] Coover, Robert, op. cit.
[10] Mendoza, Antonio, op.
cit. p.76
[11] Ibid. p.83
[12] Idem
[13] Coover, Robert, He thinks the way we dream, E.U. New York Times, 1988, en http://www.nytimes.com/books/98/12/06/specials/pavic-khazars.html consultado el 15 de noviembre de
2014
[14] Pavić, Milorad, Beginning and the End of the Novel, en: http://www.khazars.com/en/biografija-milorad-pavic/pocetak-i-kraj-romana consultado el 15 de noviembre de
2014.
En este artículo (publicado en su página web oficial)
cabe mencionar la ambigüedad del título, ya que bien puede ser refiriéndose a
los cambios que la novela está sufriendo o bien, en el sentido literal de el
inicio y el final de la novela.
[15] Mendoza, Antonio, op.
cit. p. 81 “Hace fácil el acceso a un nuevo documento, el cambio a una nueva
lexía (aunque, quizá, deje a medias la lectura de un texto dotado de su propia
linealidad), la cual ofrece un nuevo texto con el que el precedente está
conectado con la finalidad de ampliar, diversificar o contrastar contenidos o
informaciones.
[16] Ibíd. p. 78
[17] Barthes, Roland, S/Z citado por Antonio Mendoza en op.
cit. p. 75
[18] Borges, Jorge Luis y
Adolfo Bioy Casares, Cuentos breves y
extraordinarios, Argentina, Losada, 2009, p. 26
[19] Ídem
[20] Ídem
[21] Ibíd. p. 27
[22] Pavić, Milorad, Beginnings…
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